La obra se refiere a un tema esencial en la vida: nuestra propia espiritualidad. Es tan esencial nuestra espiritualidad, que ella es justamente la que nos diferencia y nos eleva por encima de nuestros "parientes" los monos y demás animales. Pero como nuestra interioridad espiritual o alma no se puede ver, porque se encuentra escondida dentro del cuerpo, no se habla ni se ha escrito mucho sobre ella. En cada reflexión describo cómo se manifiestan las numerosas facultades y virtudes espirituales que poseemos, manifestaciones éstas que sentimos en nuestro cuerpo, solo al hacer uso de nuestras cualidades espirituales en la vida cotidiana. Al mismo tiempo, asocio y relaciono nuestra naturaleza espiritual con Dios, con las Sagradas Escrituras y con la fe cristiana, puesto que es inevitable vincular entre sí, todo lo que pertenece al orden espiritual y divino. Con las reflexiones contenidas en el presente libro, son mis deseos animar al lector a reconocer en sí mismo su propia espiritualidad, y sobre todo, exhortarlo a valorar su alma de forma apropiada y ajustada a su naturaleza espiritual, y por lo tanto, inmortal. Para lograr vivir una vida con plenitud y en conformidad con nuestra condición de seres espirituales, tenemos primero que creer que nuestra alma existe, y luego, conocerla bien y constatar su origen divino.