"-Francisco -me dijo uno de los compañeros, uno de los antiguos-, debes tener un alma grande en ese pecho, y unas anchas espaldas, para cargar con todas las pesadumbres de las almas y de las vidas de vivos y muertos que irás encontrándote por el camino...". Esta es una novela sobre la muerte, sí, pero también sobre la vida. De hecho, diría que es más sobre la vida. Sobre las vidas de singulares y extraordinarios personajes que de un modo y otro guardan alguna relación con un enterrador -que soy yo mismo-, y con un cementerio -que es éste, el mío-. Con un mundo a su alrededor tan cotidiano como mágico e increíble. Les invito, queridos lectores, queridas lectrices, a pasar la página y sumergirse en él, a descubrirlo, a impregnarse de aires nuevos, de historias diferentes. A conocer a los que dejaron su impronta en estos párrafos y su alma entre las piedras de este Campo santo... Protagonizan, se mencionan, aparecen por sí mismos o se habla, entre otros muchos, en este Libro Segundo: De la extraña historia de los mercenarios que buscaban al padre Pietro para asesinarlo, y de los que trataron de impedirlo. Del Maletilla -representante de mármoles-, de su azarosa vida personal y sus andanzas por el mundo como mozo de espadas. Del matador de toros que tuvo ocasión de folgar con la famosa actriz de Hollywood. Del suegro del Maletilla, de sus actos durante la Guerra Civil en el bando equivocado y de su nombramiento como 'Cherif' en la Posguerra, con todas o casi todas las atrocidades que cometió. Del padre Lorenzo, confesor, que por ello apostató y abandonó la fe. De Bernarda, de su marido 'el Mulo' -a quien llamaban así no por la tozudez ni cerrazón mental, sino por estar dotado de unos atributos con los que la Naturaleza sorprende de cuando en cuando a alguno de sus hijos-, y de su hija. De los enterrados a los pies de una oliva, que 50 años después todavía se hablaba de ello. De Miguelín, nacido a finales del XIX, y de su familia, y de la miserable vida que les tocó. Del señor Marqués y de su gusto por las pequeñas... -claro, que era otra época-. Del padre Rebolledo y la construcción de la capilla. De Mercedes, Merceditas, que entró al servicio de la casa del Marqués sin haberle salido los dientes casi, Y de su historia. De por qué Miguelín mató al maestro cantero y tuvo que huir. De la señora Marquesa y su amiga Marguerite, que vivían de espaldas al mundo sus sentimientos. Del nacimiento de la esperanza. Pasen y lean... ?Llevo 20 años en el oficio... Y más de 15.000 muertos a mis espaldas... Esta es mi historia. Bueno, y la suya...". Tienen en sus manos el segundo de 12 libros. Un gran éxito del Libro Primero lo respalda. Espero que lo disfruten, y que volvamos a encontrarnos por el camino...