Indagar en la historia familiar puede ser una manera de preguntarse qué era exactamente lo que la vida le había prometido. Sin embargo, la memoria le revelará mucho más, porque al contemplar sus recuerdos no como refugio ni como huida, ni siquiera como tentación estética, terminarán aflorando los ecos íntimos, los gestos de amor y las pequeñas heridas de una familia cualquiera, es decir, la verdad desnuda de la vida.
A medio camino entre la crónica generacional y el libro de memorias, Todo lo que una tarde murió con las bicicletas es una emocionante novela sobre la familia.