Una novela que engancha por su trama cautivadora y la fuerza de sus personajes.
Teresa Anglada ve cómo su vida de periodista de éxito se desmorona cuando su hija Jimena desaparece en el Museo de Arte Reina Sofía de Madrid sin dejar rastro. Presa del pánico, Teresa tarda en caer en un detalle: su hija ha desaparecido un 21 de diciembre, el mismo día que lo hizo su padre en 1970. Lo que todavía no sabe es que una de sus antecesoras murió en ese mismo lugar sesenta y siete años atrás, cuando el museo era el Hospital Provincial de Madrid, si bien nunca se encontró su cadáver.
Para recuperar a la pequeña Jimena, Teresa deja su trabajo y emprende una investigación que la obligará a ahondar en el pasado de su familia. Este viaje la enfrentará a sus propios fantasmas, a la pérdida de su padre, y a saber realmente quiénes son los Anglada, hasta alcanzar un clímax del que nadie saldrá indemne.
Con un dominio envidiable de la prosa, Mercedes de Vega regresa al universo que creó en su anterior novela, Cuando estábamos vivos, para sumergir al lector en un drama torrencial que explora las luces y las sombras que todas las familias guardan en su interior.