Argumento de Tirando Piedras a los Patos
Fran vuelve a casa de su padre, en Toledo, para ocuparse de los perros durante su ausencia.
Mediante sus recuerdos, recorremos con él las calles del casco antiguo de su ciudad y los días de aquel verano de los noventa, en que dejó de ser un chico rebelde y apático para convertirse en el joven que es ahora.
Su monólogo interior y el relato de sus conversaciones con Patricia, su novia, y con Mabel, amiga de su padre, que a su vez le cuenta como fue su adolescencia en Toledo en los años sesenta, nos descubre su identidad, su aumento de autoestima y el cariño y respeto que, al fin, siente por su padre.1