"Miré hacia abajo, al papel que todavía rozaba la punta de mi zapato. Lo recogí y le di la vuelta para verlo. Una chica recostada en un banco, dibujada de forma tosca con garabatos de tinta.
Una sensación de angustia comenzó a revolverme el estómago, como si estuviese mareada.
De pronto, la chica del dibujo giró la cabeza y sus ojos de tinta me miraron fijamente."
Trás una tragedia familiar, lo último que le apetece a Katie Green es mudarse a Japón con su tía. Cuando llegan a Shizuoka, Katie siente una gran soledad. al no conocer el idioma se siente perdida y no sabe desenvolverse : no sabe comer con palillos, y nunca se acuerda de quitarse los zapatos cuando entra a una vivienda.
Cuando conoce a Tomohiro, un maestro del kendo, se siente inmediatamente intrigada y a la vez asustada ...cuando están juntos ocurren fenómenos extraños: los bolígrafos explotan, surgen gotas de tinta de la nada y los dibujos cobran vida. Pero lo que Katie no sabe es que Tomohiro está emparentado con los antiguos dioses del Japón y la relación con ella hace que pierda el control de sus habilidades.
Hay personas interesadas en utilizar ese don para sus propios fines y están empezando a hacer preguntas. Katie nunca quiso mudarse a Japón, ahora quizá no salga de allí .