Escritas entre 1900 y 1908, la trama de las cuatro novelas se desarrolla en el País Vasco y sus personajes son también vascos en su mayoría: recios, nobles, dignos y espléndidos.
La casa de Aizgorri es la primera novela de Baroja y muestra el desengaño barojiano a través de las tribulaciones de un pequeño empresario. El mayorazgo de Labraz presenta el contraste entre el hombre de acción y el hombre contemplativo, a partir de una trama folletinesca. Zalacaín el aventurero narra las aventuras de un joven en el ambiente de las Guerras Carlistas, en una acción trepidante, con buena dosis de suspense. La leyenda de Jaun de Alzate es un canto a la tierra y a las gentes que habitan alrededor del Bidasoa, que vivían felices en la naturaleza y en comunidad.