La obra se centra en el estudio de los clíticos de dativo del catalán sin dejar de hacer generalizaciones válidas para el sistema de los clíticos pronominales románicos. Los autores explican cómo el catalán, por sus propiedades morfosintácticas, hace visibles algunos aspectos del sistema pronominal que en otras lenguas romances quedan disimulados o encubiertos. Todo ello nos ayuda a descubrir correlaciones lingüísticas y formular observaciones sobre las propiedades de los idiomas en general.