Así han nacido las veintidós meditaciones sobre la esperanza en el mundo de hoy, presentadas por un testigo de la fe que ha madurado sus reflexiones durante la situación desesperada de su encarcelamiento.
Con el lenguaje de la experiencia, firmemente anclado en la Escritura y en los Padres de la Iglesia y alimentado por el testimonio de los santos y de los escritores contemporáneos, el Autor pone de relieve la irresistible potencia de la Palabra dee Dios y traza para el nuevo milenio el rostro de la que él llama la "Iglesia una, santa, católica, apostólica y gozosa".