La familia, su compleja estructura, sus intereses, motivaciones y frustraciones, están presentes en la obra de Luis Fayad, que en este caso se abordan a partir de su relación con el dinero mal habido. Testamento de un hombre de negocios dibuja el mapa de un país envuelto en intereses políticos, sociales y económicos a través de tres generaciones de negociantes liderados por mujeres calculadoras y belicosas. El autor logra de manera magistral el difícil equilibro entre la dureza y la ternura, permitiéndonos escuchar las voces de los personajes y sus puntos de vista en permanente confrontación. El diálogo, como el rumor de un río, arrastra las justificaciones de asesinos, delatores, espías, senadores, así como las quejas de los campesinos y líderes indígenas que ven amenazada la sagrada biosfera saqueada por las multinacionales. En un tono poético que sigue la cadencia de las aguas, mansas o turbulentas, se nos informa de personajes que acaban siendo devorados por la maquinaria que han creado y que acaso buscan la redención rompiendo el silencio que amordazó sus vidas. Con esta obra, considerada una de las mejores novelas colombianas de los últimos años por la revista Semana, Luis Fayad se consolida como uno de los escritores hispanoamericanos de mayor relieve.