Se definen y elaboran aquí conceptos como la toma de contacto, la resolución de polaridades y la disolución de las introyecciones paralizadoras del crecimiento personal, y se muestra que la terapia guestáltica, orientada hacia la acción, reclama no sólo del paciente, sino también del terapeuta, una nueva forma de compromiso, cuyos rasgos esenciales son la espontaneidad, la creatividad y la fluidez.