Templar nuestro ser, relajarnos, serenarnos, armonizar todo nuestro yo, para poder luego Contemplar, esto es, para ser capaces de abrirnos al encuentro con Dios, con todos y con todo. Unas páginas que brotan de la experiencia personal y de docente universitaria de su autora. Y que no sólo pretenden potenciar tu salud física, y sicológica, a la vez que abrir tu corazón a una paz profunda, a todo lo positivo, y sobre todo, a crecer en el amor.