Teatro 1989-2014 reúne la obra casi completa de uno de los autores teatrales más singulares del panorama europeo e iberoamericano, Juan Mayorga. Seleccionados por el propio autor, los veinte textos que conforman el volumen, recorren las distintas líneas temáticas que han centrado el trabajo de Mayorga en estos 25 años y ofrecen las claves de su escritura dramática: piezas basadas en hechos y personajes reales (Bulgákov, Santa Teresa, Copito de Nieve.), textos de marcado carácter histórico (El traductor de Blummemberg, Himmelweg, Reikiavik.), político (Siete hombres buenos, Hamelin, La paz perpetua.) y social (Animales nocturnos, El chico de la última fila, Los yugoslavos.), junto con aquellos otros en los que prima la ensoñación y la poesía (Más ceniza, El Gordo y el Flaco.).
Desde un compromiso ético y crítico con la sociedad actual, Mayorga construye un universo dramático que, a través de la emoción y el humor, del pensamiento y la reflexión, con un lenguaje afilado y certero, es a la vez una experiencia poética que enriquece al espectador (y en este caso, también al lector).
La edición rescata, además, textos de su primera etapa, hoy inencontrables, como Siete hombres buenos o Jardín quemado, e incluye tres obras inéditas: Angelus Novus, Los yugoslavos y Reikiavik.
La introducción corre a cargo de una de las mayores especialistas en la obra del dramaturgo, la ensayista francesa Claire Spooner, quien contextualiza la poética de Juan Mayorga en la escena a nacional e internacional.
"Leeremos a un dramaturgo que concibe el teatro como espacio crítico de la realidad, como escuela de la sospecha, como ring de boxeo del que nadie sale indemne. [.] Juan Mayorga lleva más de dos décadas experimentando formas de pensar y contar la realidad presente y pasada desde el escenario, siguiendo un hilo conductor que bien puede ser visto como una línea de vida: la búsqueda obsesiva de la verdad."
Claire Spooner, «Una palabra más»
El libro se cierra con «Mi padre lee en voz alta», breve ensayo autobiográfico y reflexivo en el que Mayorga recuerda los orígenes de su vocación literaria («fue en casa donde aprendí que las palabras abren inmensos territorios donde puede sucederte algo importante») y en el que defiende con convicción la lectura de textos teatrales en las escuelas: «Leer teatro con otros educa en la responsabilidad. [.] Cada libro como cada escuela que merezca tal nombre puede ser un espacio para la crítica y para la utopía».