Cressy se quedó atónita cuando Draco Viannis le pidió que se casara con él. Desde el primer momento en que vio a aquel atractivo griego, Cressy no había podido quitárselo de la cabeza. La pasión que había surgido entre ellos era abrasadora, pero ¿no sería sólo una aventura de verano?
Draco pensaba de otra forma. Cuando Cressy volvió a casa para estar con su familia en una situación difícil, Draco parecía ser la única persona que podía ayudarlos. Pero la ayuda tenía un precio. Y Cressy tenía que pagarlo volviendo a su cama...