Argumento de ¡te Conocimos, Señor!: el 'hecho Extraordinario' / Marcas en el Camino / Dios Existe
En «El hecho extraordinario» MANUEL GARCÍA MORENTE (1886-1942), al describir su experiencia con el cuidado, la emoción y la claridad que transparentan sus páginas, dejó un regalo inapreciable a hombres y mujeres, creyentes y no creyentes, de esta época nuestra de eclipse cultural de Dios. El texto de DAG HAMMARSKJOLD (1905-1961), «Marcas en el camino», no contiene ni relato de hechos ni alusiones a personas. Es una autobiografía interior. Un diario en el que el sujeto va plasmando, a través de escritos de distinta naturaleza (meditaciones, reflexiones, oraciones, efusiones literarias), el itinerario de su alma. La carta en que confía el texto de Leif Belgrafe describe con precisión el género literario de su escrito: «Una especie de libro blanco con cuestiones que tienen que ver conmigo mismo y con Dios». Este diario interior tiene mucho de confesión en sentido agustiniano. ANDRÉ FROSSARD, contemporáneo nuestro (falleció en el año 1994), en su libro «Dios existe» reitera con insistencia que en su conversión, y en la de otros, Dios tiene precedencia absoluta. «No me buscaríais si no me hubieseis encontrado», hace decir Pascal a Dios. De la obra mencionada ofrecemos aquí las páginas en las que se describe el toque de Dios que le transforma. Páginas que, como todo su libro, son de elegancia literaria propia de un académico de la lengua, como él mismo era en París.0