En países como Kenia, Uganda, Sudáfrica y Ghana emprendedores africanos están desarrollando originales sistemas financieros y mercados agrícolas basados en la telefonía móvil. Al mismo tiempo, en esos países, y más aún en otros en los que no ha habido despegue económico, siguen existiendo enormes bolsas de pobreza. ¿Por qué la inmensa mayoría del África subsahariana se ha mantenido durante tantas décadas económicamente estancada? ¿Ha sido consecuencia de las condiciones iniciales con las que esos países accedieron a la independencia? ¿Han influido de forma relevante factores geográficos y naturales o son las graves carencias en educación y sanidad las que han llevado a esta situación? Carlos Sebastián analiza cada una de estas alternativas para demostrar que ninguna de ellas explica las causas del estancamiento sino que ha sido la forma de ejercer el poder la que ha determinado la escasa generación de rentas de los países africanos. Durante casi 30 años ha habido importantes regularidades en la forma en que los dirigentes han modelado el sistema económico de sus países con el objetivo de mantener el poder y el control sobre las fuentes de riqueza. Los adversarios políticos, y con ellos una mayoría de la población, fueron excluidos de ese sistema, lo que ha constituido la principal causa del prolongado estancamiento. El expolio de la agricultura, de la que vivía la mayor parte de sus habitantes, es una grave manifestación más de este mismo proceso.