¿Por qué las democracias suscitan protestas pero también constituyen una esperanza para millones de personas? ¿Por qué, a la vez, movilizan y desencantan a los ciudadanos? Estas son las preguntas centrales que guían este libro. Las democracias prometen representar los intereses de los ciudadanos ya que las elecciones permiten echar a malos gobiernos. Ahora bien, ello depende de la calidad de la información; de que una división de los poderes asegure la incertidumbre de las elecciones; de que los políticos no hagan y deshagan gobiernos con autonomía de los votantes; de que los partidos faciliten la información y la participación. ¿Derivan de estas cuestiones las críticas que reciben estos regímenes? Las democracias reflejarán las preferencias de los ciudadanos si estos pueden elegir entre opciones políticas distintas. Sin embargo, muchos piensan que los partidos son esencialmente iguales ¿Por qué razón unos políticos van a ofrecer lo mismo que sus contrincantes? ¿Hay realmente una convergencia entre la izquierda y la derecha? Se ha afirmado que la mayor diferencia entre una y otra ha radicado en la igualdad. Ahora bien, ¿qué se ha entendido por «igualdad»? ¿Qué promesas se han hecho y cuáles se han cumplido? Centrado fundamentalmente en el interés de los políticos por alcanzar el poder y mantenerse en él, las respuestas de este libro se basan en una ingente información analizada por el autor y referida a las principales democracias parlamentarias desde 1945 hasta la actualidad.