"Un placer pirotécnico tan fascinante como La hoguera de las vanidades." Sunday Express.
"No es sólo una divertida comedia de los enredos en un campus universitario, sino una virulenta crítica de las costumbres de nuestro tiempo." Mail on Sunday.
Tras diseccionar el mundo de los yuppies y de las altas finanzas en LA HOGUERA DE LAS VANIDADES y en TODO UN HOMBRE, Tom Wolfe aborda en SOY CHARLOTTE SIMMONS el mundo de las universidades de élite, con sus deportistas mimados, sus genios becados y sus líos de dormitorio, aunque también con sus conflictos de raza y de clase.
Charlotte Simmons, una brillante estudiante de una diminuta y puritana población de Carolina del Norte, obtiene, gracias a una beca, la posibilidad de estudiar en la prestigiosa y selecta Universidad de Dupont. Esta entidad, a la altura de Harvard o Yale alberga a la flor y nata de la juventud americana en un suntuoso entorno de capiteles góticos y de césped primorosamente cuidado.
Charlotte, que por fin ha dejado atrás el mundo de pueblerinos aficionado a mascar tabaco y trasegar cerveza, no tarda en descubrir, sin embargo, que el espíritu de Dupont se parece más al de Sodoma que al de Atenas, y que el sexo, las drogas y el alcohol juegan un papel mucho más destacado que el saber y los libros de texto.
Una serie de personajes, magistralmente retratados, contribuirán a abrirle los ojos: Beverly, su compañera de habitación, obsesionada con el sexo, la ropa de marca y los deportistas del campus; Jayjay Johanssen, el único titular blanco del equipo de baloncesto de Dupont, que ve peligrar su puesto por la aparición de un as negro salido de los suburbios de la ciudad; Hoyt Torpe, un golfo redomado, aunque con estilo y clase, que lidera el círculo más exclusivo y desmadrado de la universidad; y Adam Séller, un intelectual judío, redactor del periódico del campus, que se gana el sustento repartiendo pizzas y escribiéndoles los trabajos académicos a los deportistas que no tienen tiempo ni cerebro para hacerlos.
Poco a poco, Charlotte irá adquiriendo conciencia del poder que le otorgan su singularidad y su inocente belleza, y llegará a desempeñar un efecto catalizador en la vida de todos ellos.