Dios, que es amor, nos ha creado a su imagen y semejanza. Nos ha creado para amar. Este es el origen de la familia, su fin último y el ámbito donde se desarrolla en plenitud. Sin duda, las diferentes culturas y momentos históricos ofrecerán tintes diversos a esta verdad originaria. Pero el mensaje de la Sagrada Escritura, cuyo centro y clave de interpretación es Jesucristo, nos invita a volver siempre al mismo punto de partida: vivir como familia cristiana es manifestar que Dios es amor en relación. Ese es el objetivo de la presente publicación: ofrecer unos materiales de reflexión bíblica, en clave de Lectio Divina, para todos aquellos grupos que deseen profundizar en su vocación de crecer como familia cristiana. Sin duda, su reflexión y vivencia serán un valiosísimo aporte a la tarea común de la Iglesia en la Nueva Evangelización.