A lo largo de 1944 y principios de 1945, el escritor Paul Guth recogió sus impresiones del rodaje de uno de los films fundamentales del cine francés: «Las damas del Bois de Boulogne», dirigido por Robert Bresson, con diálogos de Jean Cocteau, a partir de «Jacques el fatalista» de Denis Diderot.
Espectador de excepción, siempre presente durante el rodaje pero sin llamar la atención, Guth no solo retrata a las grandes figuras con papel activo en la concepción de la película, el director Robert Bresson con su precisión y obstinación obsesivas; el guionista, el productor, los actores, el director de fotografía y el ingeniero de sonido, sino que, subvirtiendo la jerarquía, también da voz al numeroso equipo de producción, desde el fiel séquito de ayudantes hasta los figurantes más secundarios. En forma de diario, Guth concibe un fresco vívido y memorable de lo que supuso la gestación de un film rodado en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial que, bajo las bombas alemanas, padeció penurias y cortes de electricidad que obligaron a interrumpir el rodaje en varias ocasiones, cuando no dejarlo al borde del cese definitivo.
«Sombras de un sueño» compone un relato fascinante con frases breves, precisas e intensas, cargadas de un humor e ironía magistrales, atento a las sutiles oscilaciones del trabajo de creación, a las tensiones latentes o manifiestas entre los miembros del equipo, dando lugar a un testimonio inigualable de una época del cine y de los mecanismos de su trabajo colectivo