El abuelo de Andrea está agonizando. Para estar junto a él, ella se desplaza desde Los Ángeles, donde reside, hasta Manchester, la ciudad inglesa donde nació y que abandonó de pequeña con sus padres. Cuando entra en la vieja casa familiar, Andrea no puede evitar un estremecimiento. En ella no solo está su abuela; las sombras de otras personas, que en el pasado provocaron terribles acontecimientos, parecen flotar en el ambiente caduco y resignado. Esas sombras giran en torno a un nombre, el de Victor Townsend, su bisabuelo materno. Un demonio en forma humana, según la abuela de Andrea. ¿Serán visiones o será el pasado que regresa a exigir sus derechos? Lo cierto es que Andrea se encuentra paulatinamente envuelta en la historia de aquellos acontecimientos, puñados de pasión, dolor y sacrificio. Y a través de ellos conocerá el verdadero sentido de la palabra «amor». Con ello, como la mejor herencia, podrá regresar a su mundo. A su vida.