Conocimiento significa precisamente agitar ideas, un fenómeno que muchos asistentes revivieron después del encuentro sobre el azar que tuvo lugar en 1985 en el Teatro-Museo Dalí de Figueras, inmediato precedente y punto de partida de esta iniciativa llevada adelante por el director de esta colección, Jorge Wagensberg.
Experiencias personales y ajenas, teorías y modelos se cruzaron durante dos días intensos para reflexionar sobre ese singular proceso que es imaginar la naturaleza y escribir sus leyes. La creatividad de la ciencia (y, por extensión, la de las tantas otras formas de conocimiento) reside en un frágil punto situado entre el caos y la disciplina, el desenfado y el rigor, la analogía y la paradoja, la revolución y la continuidad.
Benoît Mandelbrot imaginador de la naturaleza fractal, Douglas R. Hofstader
fabulador de la autorreferencia y el infinito, Hermann Haken y Arne Wunderlin constructores de una teoría de la complejidad, Akira Okubo un físico que inventa ecología, Ramón Margalef fuente de ideas «diana» en biología y Carles UlisesMoulines metaimaginador de la ciencia respondieron, con sus ponencias e interviniendo con entusiasmo en los debates, a la convocatoria del Instituto de Humanidades de Barcelona y de la Fundació Caixa de Pensions. Este libro es el testimonio de lo ocurrido.