En un país continente, con haciendas cuya área supera un millón de hectáreas, los latifundistas, principales enemigos del MST, desencadenaron contra los campesinos una auténtica guerra, utilizando medios criminales, a menudo con la complicidad de los gobernantes. Los Sin Tierra resistieron a persecuciones, a expulsiones de tierras ocupadas, a la agresividad de la policía y de los pistoleros, a la prisión y la tortura, a incendios y asaltos de sedes sindicales, incluso en juicios de pura farsa basados en acusaciones inventadas y pruebas forjadas.
A pesar de este clima de odio y terror los Sin Tierra confían en la capacidad solidaria del hombre y conservan su fuerza moral y su fe en la victoria de su movimiento revolucionario. Los campesinos, a pesar de carecer de formación ideológica, intuyen que el socialismo es la única alternativa al orden social y económico neoliberal que los oprime.
Con Sin Tierra. Construyendo Movimiento Social, Marta Harnecker rompe la escasez de la bibliografía extranjera de calidad sobre el MST. La autora entró en el campo de batalla. Visitó campamentos y metió los pies en el fango y el polvo de los asentamientos y agrovilas. Tras conquistar su confianza, escuchó las historias de los campesinos sin tierra de Brasil. Tratando esta información con rigor, Marta Harnecker ha escrito un bello libro sobre un movimiento social que dejará huellas profundas en la historia de la milenaria lucha del hombre por la tierra.