Otros temas delicados son los relativos a la Casa Real o a la justicia, por no hablar del tabú que rodea a los medios de comunicación públicos. Sin embargo, estoy en condiciones de afirmar que en este libro no me he escondido a la hora de tratar los temas que me parecen más importantes, y lo he hecho sin ningún
tipo de autocensura. Tengo setenta y cinco años y lo único que pretendo es decir lo que pienso para estar en paz conmigo mismo».