En la fiesta de fin de curso, varios matones acorralan a Silas en el patio del colegio. Para evitar que se sigan riendo de él, el joven sale corriendo hacia su rincón favorito, un árbol escondido en el lago del pueblo. Un buen día, cuando Silas estaba tomando una chocolatina a los pies del árbol, un polvo le envuelve para acabar transportándole al reino de Engyrana, un lugar misterioso lleno de criaturas jamás vistas. Allí, Silas es tratado como un héroe, y Glidemoore, una pequeña criatura de grandes orejas, le pide que por favor libere al reino de las garras de Darkblack. Pese a que el joven nunca se ha considerado valiente, decide comenzar la aventura, pero no sólo para salvar al reino...
Diccionario de Onomatopeyas del Cómic
Crónicas de Jerusalén
Buck Danny Integral 02
Una Metamorfosis Irani