Dijo el escritor Josep Pla que Sicilia es una isla sagrada, un museo completo de cultura mediterránea. Y no iba desencaminado. Los hombres prehistóricos, fenicios, púnicos, griegos, romanos, bizantinos, árabes, normandos, aragoneses, españoles o napolitanos, por citar sólo algunos, convergieron en esta isla. A la grandeza artística que dejaron como impronta debemos añadirle otra más grande si cabe, natural, espectacular y viva, el volcán Etna. Para degustarlo qué mejor servirse de esta guía escrita por un enamorado de la isla y gran conocedor de la misma.