Dos periodistas comparten el trabajo en un diario y una pasión: su amor por el Club Atlético Independiente. El descenso de categoría los sacude y conmueve pero no logra derrumbarlos. Por el contrario, activa la determinación de seguir al equipo por todos los pueblos y ciudades adonde los lleva el torneo. Y de iniciar una búsqueda profunda, emotiva, existencialista. José Bellas y Fernando Soriano van desde Mar del Plata hasta Jujuy, de Pergamino a Posadas, de Junín a Córdoba, del despacho de los Moyano a la humilde y orgullosa oficina de Gabriel Milito en Villa Domínico. Cuentan mil y una historias. Como la del veterano socio número uno o la del recién nacido que resultó ser el asociado número cien mil. Como la de la recaudación desaparecida del partido de homenaje a Ricardo Bochini, la de la mascota legendaria, y las de los héroes y villanos de todos los tiempos. Será siempre Independiente es un relato sobre la corrupción y la desidia, la violencia y la vergüenza, pero también sobre la identidad roja y los recuerdos más gloriosos que un hincha pueda tener. Los autores son un par de atormentados caminando por la cornisa, empecinados en buscar la luz en medio de la noche más espesa de la historia del club. Dos seguidores que, como se autodefine Andrés Calamaro en el prólogo, son diablos y sus almas vibran cuando ven los colores que contrastan con el verde césped.