Ser persona. Un bicho que busca a Dios, es parte de un proyecto mucho más amplio. Tan amplio que, probablemente, nunca llegue a ver su forma definitiva, porque el camino del saber no acaba nunca. El texto se ha retitulado, Ser persona, porque describe el elemento nuclear de su contenido. El autor pretende mostrar que la persona humana sólo se constituye, y se encuentra a sí misma, ante la Persona Infinita. La editorial mantiene el título anterior, Un bicho que busca a Dios, ya que esto ayudará al lector que busca este libro por su anterior título. La presentación de los temas pretende ser de carácter divulgativo. El autor va llevando al lector desde la búsqueda de uno mismo, hacia los modos de ir progresando en la propia madurez, hasta llegar a El desenlace final (y borrachos para siempre!), título del capítulo que enlaza con La Plenitud definitiva y La resurrección, con los que culmina esta descripción del camino por el que la persona finita busca y encuentra a la Persona Infinita.
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