Después de Trece, su primer libro de cuentos, Elías Jauregui amplía una atmósfera extraña e inusual a partir de personajes que lindan con el delirio. Los grandes temas de la literatura (la muerte, el amor, la trascendencia del alma, la soledad) son tratados aquí con una mirada nueva, capaz de penetrar en el sentido más profundo de las cosas y darles así una proyección distinta. Un tipo inicia un viaje detrás de una obsesión y comparte el camino con un alacrán; un manual para desaparecer interpela al lector en segunda persona; un pueblo pesquero es el lugar para una fábula de tiempo incierto pero con un perfil siniestro: las atmósferas de Jauregui se imponen en la lectura y logran transportarnos, por un momento, al más extraño de los universos.