Casi seis años desde la muerte de su esposa, Jeremy seguía con el corazón roto que le dejó su pérdida.
Hasta que un día, acompañado de la fresca brisa nocturna, se encontró a su hijo de trece años inundado de preguntas sobre su madre.
De la mano de su historia de amor, Jeremy Tiernan se sumergirá en sus recuerdos más felices y amargos. Regresará a sus ocho, dieciséis e incluso veintidós años cuando Selene aún estaba a su lado. Hará comprender a su hijo de que no todo es como pensaba y crecerán juntos, de la mano, un poquito más a cada pequeña lucha narrada.
Porque él quería hacerla inmortal, rememorar las tantas batallas que vencieron y las otras más que perdieron.
Y Matthew, aquella noche, le dio la oportunidad de lograrlo sin siquiera ser consciente de que él también comenzaría a emprender los senderos del amor siendo guiado por su compañero de juegos.
Eso sí, a veces, hundirse en los recuerdos del pasado es lo más peligroso que puede hacer alguien con el corazón aún resquebrajado.