Fable tiene problemas con su madre, que se ha vuelto aún más descuidada, y se ve obligada a hacerse cargo de Owen, su hermano pequeño. Trabaja de sol a sol en el bar para ganarse un sueldo mientras intenta olvidar su historia con Drew. Pero cuando el equipo de fútbol de Drew elige ese lugar para celebrar allí un cumpleaños, su corazón da un vuelco al pensar que volverá a verlo.
En esta novela se introduce personajes nuevos y vuelve a montar a Drew y a Fable en una montaña rusa de emociones. De la alegría más desbocada a la pena más negra, Drew y Fable son dos almas que se enfrentan al dolor de su entorno con el poder del amor.