Ni los lazos de sangre que nos obligan a amar serán suficientes para unir a Bárbara y Renata. Dos muñecas, dos hermanas y una infancia compartida por necesidad y no por los lazos afectivos a que obliga la familia, son el pretexto para que Gabriela Fonseca nos introduzca a un mundo fantástico de amor en el mar y de tristeza y nostalgia en la tierra. Estas hermanas, dueñas de una recia personalidad, se ven completamente desbordadas cuando el amor llega a sus vidas dejando al desnudo sus almas.