De los «Penny Dreadfuls» victorianos a la revista pulp estadounidense «Weird Tales», de diletantes como el conde Eric Stenbock a grandes genios de la narrativa fantástica como Richard Matheson, de amantes del ocultismo como Gustav Meyrink a profesionales de la pluma ya fuera para la página impresa, la radio, el cine o la televisión, como es el caso de Robert Bloch, los cuentos aquí seleccionados son una muestra muy representativa de la evolución del «nosferatu» al margen de modas y tendencias muy precisas.
A pesar de que la mayoría de ellos pertenecen a la órbita anglosajona, los estilos y argumentos de cada uno demuestran que la narrativa vampírica trasciende el tópico del noble de sienes plateadas y amplia capa negra quizá fosilizado por culpa del (mal) cine de terror, abriéndonos a una amplísima gama de posibilidades dramáticas que van de un primerizo y perverso Conde sediento de sangre a las horrendas criaturas que se alimentan de nuestra energía vital, pasando por entes extraterrestres o no-muertos con indudable conciencia humana. «Sanguinarius» es, en suma, una invitación a abrir nuestros sentidos a las tinieblas, a renovar nuestra irrefrenable pasión por la sangre.