La acción se abre en el salón de Alconleigh, la casa de campo de los Radlett. Ante nuestros ojos van desfilando los distintos miembros de la familia: el malhumorado padre, tío Matthew, con sus violentos y cómicos estallidos de cólera y sus curiosos pasatiempos, como organizar cacerías en las que las piezas son alguno de sus hijos; la ausente y devota madre, Sadie; y los siete hijos que junto a su prima Fanny forman una estrafalaria y divertidísima familia. Pero realmente es la joven Linda Radlett y su permanente búsqueda del amor el auténtico centro de esta historia. A través de sus páginas la acompañaremos en su azarosa conquista y conoceremos a los distintos hombres en los que creyó encontrarlo.
El texto despliega el famoso ingenio satírico y la extraordinaria capacidad de la autora para reconstruir el ambiente, la vida y las personas en los círculos aristocráticos ingleses de entreguerras. Un libro inteligente y divertido, que, aunque pudiera gustar simplemente por lo que es: una novela vibrante y mordaz, es también un verdadero trozo de vida.