El vínculo entre literatos y fútbol no es cosa reciente. Ha sido corroborado por algunos escritores no sólo con sus escritos, sino también con la acción. Camus y Nabokov fueron porteros en su juventud, y el segundo afirmó que todo lo que sabía de la moral humana lo había aprendido del fútbol. Javier Marías es otro de los autores que nunca ha negado su afición, y que incluso jugó de extremo izquierdo cuando era niño. Este deporte ha sido el tema de muchos de sus artículos y de varios de sus cuentos, un territorio mítico donde recuperar la infancia, un lugar en el que las ambigüedades no tienen cabida, donde, según Paul Ingendaay, editor y antólogo de la selección de textos que componen Salvajes y sentimentales , «las cosas están claras y el autor se siente seguro de sus pasiones y sus recuerdos». El fútbol, a ojos del niño Javier, y de hecho de cualquier niño, es un desfile de héroes y villanos, una gran gesta épica que le ayuda a aprender valores básicos de la vida. A los del adulto, es una demostración de temple y carácter, de sacrificio y solidaridad. Es sentimiento, recuerdo y nostalgia, sobre todo nostalgia. «Como viejo aficionado al fútbol, incluso cuando no estaba de moda entre la intelligentsia, yo le agradezco a Javier Marías este libro que ha reavivado mis recuerdos.»
MIGUEL GARCÍA-POSADA, El Paí.
Javier Marías (Madrid, 1951) es autor de Los dominios del lobo, Travesía del horizonte, El monarca del tiempo, El siglo, El hombre sentimental (Premio Ennio Flaiano), Todas las almas (Premio Ciudad de Barcelona), Corazón tan blanco (Premio de la Crítica, Prix l´Oeil et la Lettre, IMPAC Dublin Literary Award), Mañana en la batalla piensa en mí (Premio Fastenrath, Premio Rómulo Gallegos, Prix Femina Étranger, Premio Mondello di Palermo), Negra espalda del tiempo, de los tres volúmenes de Tu rostro mañana:1 Fiebre y lanza (Premio Salambó), 2 Baile y sueño, 3 Veneno y sombra y adiós, y de Los enamoramientos (Premio Qué Leer); de las semblanzas Vidas escritas y Miramientos; de relatos y de la antología Cuentos únicos; de sendos homenajes a Faulkner y Nabokov y de diecisiete colecciones de artículos y ensayos. En 1997 recibió el premio Nelly Sachs, en Dortmund; en 1998, el Premio Comunidad de Madrid; en 2000, los Premios Grinzane Cavour, en Turín, y Alberto Moravia, en Roma; en 2008 los Premios Alessio, en Turín, y José Donoso en Chile; en 2010 The American Award, en los Estados Unidos; en 2011, el Premio Nonino, en Udine, y el Premio de Literatura Europea de Austria; y, en 2012, el Premio Terenci Moix, todos ellos por el conjunto de su obra. Entre sus traducciones destaca Tristram Shandy (Premio Nacional de Traducción 1979). Fue profesor en la Universidad de Oxford y en la Complutense de Madrid. Sus obras se han publicado en cuarenta y dos lenguas y en cincuenta y dos países, con más de seis millones de ejemplares vendidos.
Es miembro de la Real Academia Española.