Así, a grandes rasgos, es el escenario en el que se desarrolla esta novela de corte especulativo, hecha de recuerdos, de encuentros y de proyectos, que vislumbra el panorama muy real, cercano y verosímil, por otra parte que se avecina a no ser que se produzca un cambio de rumbo en la idea de progreso que rige los destinos del género humano.
La distopía que ahora presentamos, hija reconocida de la literatura clásica de anticipación desde Julio Verne, Jack London y William Morris, hasta Ray Bradbury, George Orwell o John Brunner, es su primera novela, y es una clara puesta de manifiesto de que aquí lo único que se renuevan son las ilusiones de los pobres y los proyectos totalitarios de la clase dominante.