La sal cristalina del Himalaya es un condimento de altísimo valor nutricional y una fuente importantísima de curación pudiéndose aplicar tanto de modo externo (baños, lavados, cataplasmas e inhalaciones) como interno (bebidas de solución o agua salina). Asimismo, puede también aplicarse a modo de máscara facial para regenerar e hidratar la piel.
APLICACIONES EXTERNAS. Baños: enfermedades cutáneas (psoriasis, neurodermatitis); dolencias articulares (reuma, artrosis); contracciones musculares; problemas de menopausia y menstruales. Lavados: resfriados y dolores de garganta; dolores de cabeza. Cataplasmas: torceduras, contusiones e hinchazones; estimula la circulación sanguínea y la desintoxicación. Inhalaciones: enfermedades respiratorias.
APLICACIONES INTERNAS. Curas bebidas de Sole: dolores estomacales e intestinales, infecciones urinarias, diabetes, osteoporosis, cansancio, alergias.