Nunca el arte de novelar ha alcanzado este rigor en la composición, esta rapidez de líneas. Sade o el arte de la fuga, la ofrenda musical de la conciencia de sí mismo [...] El Marqués, no lo dudemos, no es más feminista que humanista, en él hay lugar para cada discurso y su contrario (para algunos esto es lo más condenable), desenmascara todos los prejuicios sin ambages, eso es todo.
Philippe Sollers. Sade en el Tiempo
Durante el Reinado del Terror, con el jacobinismo radical de los años II y III de la I° República francesa (1793-1794), el Comité de Salud Pública prohibió el culto católico y lo sustituyó por el culto al Ser Supremo, una religión sin trascendencia, que promovía un conjunto de fiestas cívico-religiosas, que procedían del sincretismo del siglo de las Luces. Estaban destinadas a reunir, periódicamente, a los ciudadanos, y promover los valores, sobre todo sociales, así como los abstractos: la Amistad, la Fraternidad, el Género Humano, la Infancia, la Juventud, o la Desgracia. El "ciudadano Sade", aunque se adaptó rápidamente a la nueva situación política que siguió a la Revolución Francesa, vivió aterrorizado por el Reinado del Terror. El 8 de diciembre de 1793 fue arrestado y encarcelado durante cerca de un año. En esta hipotética carta al cardenal Bernis, escrita la víspera de su arresto, Sollers nos retrata un ciudadano Sade que desvela las luces y las sombras de ese culto al Ser Supremo, y como oculta las argucias de un nuevo totalitarismo.
¿Era necesario romper los altares de la superstición y del fanatismo para llegar a reconstruir a la inversa este culto grosero? Creíamos haber extirpado la hipocresía y mira por donde nos preparan, imaginaos, otro espectáculo. Después de los ríos de sangre, ¿sabéis el qué? Me apuesto lo que queráis a que no lo acertáis: ¡El Ser Supremo! No os riáis, es el nombre inflado de nuevo de la Quimera, nos han cambiado el perro de collar.
Philippe Sollers. Sade contra el Ser Supremo