Correr un maratón es una experiencia límite. Cuarenta y dos kilómetros en los que el corredor somete su cuerpo a un una meta, de superar una frontera a la vez psicológica y física. Maickel Melamed quiso también correr un maratón, el más célebre del mundo: el maratón de Nueva York. Ese fue su gran sueño. Pero no era solo una meta personal. Quería que el físicas? cruzar la meta de los cuarenta y dos kilómetros se convirtiera en un mensaje de inspiración para todos aquellos que quieren alcanzar sus propios y grandes sueños. En el mensaje de Melamed hay disciplina, trabajo en determinación frente a las frustraciones y amor a Venezuela. En Ruta para un sueño, Maickel Melamed narra cómo se forjó ese mensaje.