La publicación de Rumbo Sur, su primer libro de relatos, dio a conocer a los lectores del ámbito hispánico a un autor cosmopolita, de estilo elegante, nostálgico e irónico, heredero de los mejores cultivadores argentinos del relato y de narradores como el norteamericano Paul Auster o el italiano Alberto Moravia. Un estilo personal, seductor. Una voz inconfundible.