La poesía de Lilian Toledo Fulco no es necesariamente complaciente, no es de ocasión, no es anecdótica. La poetisa que nos propone Palabrotas y escribe Versos Transegresores no busca la aquiesencia o el beneplácito del lector. Su poesía desvela, revela, es viceral, expone sus entrañas a flor de piel, confronta al lector con la pasión y la urgencia de mostrarse tal como es, ni más ni menos, sin remilgos, sin tapujos, sin falsas vergüenzas. De puro lirismo, osa conjugar vocablos cotidianos con palabras bien escogidas, trastoca el orden convencional de los significados para crear su propio lenguaje, con una arquitectura literaria donde la poesía es la esencia de esa construcción, sin que se vea el andamiaje. (Extracto del prólogo de Juan C. Tajes)