Rosas amarillas, escrita por la protagonista en el transcurso de su lucha contra el cáncer, es la visión sencilla, poética y romántica de la vida y de la enfermedad, como lo son las rosas, lo que no deja de ser toda una utopía.
En la segunda parte, Solo los árboles mueren de pie, se repite la misma historia, narrada en esta ocasión por el marido, quién tomando como referencia este símbolo por su fortaleza manifiesta, narra la templanza y la entereza de su mujer, quien supo pelear la enfermedad de principio a fin, proponiéndola como ejemplo para quienes padecen el cáncer y pasando el testigo de mantener vivo el recuerdo a sus hijos Mari Carmen y José Luís, como herederos legítimos del patrimonio moral y humano que conlleva el ejemplo de la madre.
Es una historia intimista, hecha a base de retales sobre situaciones reales, que descritas de forma sencilla y poética, permiten recuperar del pasado, convirtiéndolos en presente, los modales y la manera de ser de esta mujer, para que su lucha no se olvide. Teniendo como único fin, que el polvo no cubra, en su ausencia, la rica madera de caoba que siempre fue, es y será ELLA, la única protagonista.
Es un libro con olor a arcilla de alfarero, pensado para que te lo regalen, no para ser comprado, en que los beneficios de autor, tan solo son mantener vivo el recuerdo, sabiendo que solo con el olvido llega la muerte.
Es mi empeño, testimoniar que revivir también es vivir y que al fin de cuentas, no suma tanto el cuanto, sino el como lo vives.Y todo ello, a la memoria y honra de mi Mari Carmen del alma.