«El amor te destruye, te rompe en mil pedazos que nadie puede recomponer... Nadie salvo tú.»
Tyler es sexy, inteligente y seguro de sí mismo. Cabreado con el mundo, su carácter es impredecible. Los tatuajes de su cuerpo son el recuerdo constante de todo lo que ha perdido, de los errores que jamás podrá perdonarse y de los deseos que nunca logrará cumplir. Ha aprendido del peor modo posible que amar significa sufrir, y que el único modo de sobrevivir es regirse por sus propias reglas.
Cassie es lista y divertida, un poco cínica, y no le importa lo que los demás piensen de ella. Sabe cuáles son prioridades, sus expectativas, y tiene muy claro la clase de vida que quiere vivir. Pero bajo esa apariencia de seguridad y control, se esconde un corazón roto y asustado que intenta proteger a toda costa.
Han pasado casi dos años desde que Tyler y Cassie se vieron por última vez. Ninguno está preparado para el reencuentro, para aceptar que la atracción que una vez sintieron sigue ahí, bajo la piel, imposible de ignorar. Enamorarse sin remedio parece inevitable; pero, a veces, el amor no es suficiente.