Argumento de Revista Desperta Ferro. Especial Viii, Año 2015: la Legión Romana (ii). la Baja República
Encuadernación: Rústica
Lejos de ser una institución inmutable, el ejército de la República romana va a ir evolucionando a lo largo de su historia, adaptándose a los diferentes escenarios y enemigos a los que hizo frente. Y si en el primer especial dedicado a la Legión analizamos esta en el gran periodo de la expansión mediterránea de Roma, los cambios que las legiones experimentan en la Baja República serán ahora nuestro foco de atención. Del manípulo a la cohorte, y de un ejército ciudadano a uno cuasi-profesional, otro espléndido número donde expertos e investigadores nos acercan a las tropas con las que Pompeyo conquistó Oriente y César las Galias.
- Las reformas de Mario por Francisco Gracia Alonso (Universitat de Barcelona)
- La emergencia de la cohorte por François Cadiou (Université de Bordeaux 3)
- El papel de los auxiliares por Michael Sage (University of Cincinnati)
- El protagonismo táctico de la honda por Luis Amela Valverde (CEIPAC)
- Castramentación e ingeniería por Martin Luik (Ludwig-Maximilians-Universität München)
- El entorno del ejército: por Alberto Pérez Rubio (Universidad Autónoma de Madrid)
- La evolución de la panoplia legionaria por Gustavo García Jiménez
- La artillería de las legiones por Eduard Ble Gimeno (Universitat de Barcelona)
- Los antesignani por Adam Anders (University of Lodz)
- Numerales y apelativos en las legiones tardorepublicanas por Julio Rodríguez González
- ¿Quién equipaba al ejército? por Fernando Quesada Sanz (Universidad Autónoma de Madrid)
- Esprit de corps: la génesis de la identidad legionaria por Eduardo Kavanagh (Universidad Autónoma de Madrid)1"Las reformas de Mario" por Francisco Gracia Alonso (Universitat de Barcelona). El sistema de clases como base del reclutamiento por leva (dilectus) de tropas instaurado en el siglo VI a. C. se verá alterado durante el siglo II a. C. a consecuencia del aumento de los latifundios basados en la explotación de la mano de obra esclava. Al no poder competir en los precios de sus cosechas con los terratenientes, muchos pequeños agricultores perdieron sus tierras y con ellas la posibilidad de ser reclutados, mientras que en otros casos, la depreciación de las explotaciones familiares significaba que el monto de recursos quedaba por debajo de lo exigido para poder formar parte de la milicia, dado que el recluta debía aportar su propio equipo. Estas circunstancias forzaron al general C. Mario a llevar a cabo una serie de reformas de gran calado que, a la postre, transformarían tanto al ejército como a la sociedad romana en su conjunto. Acompañan a este artículo una ilustración de dos páginas que representa una escena de dilectus, obra de Ángel García Pinto, y un mapa de tres páginas del Mediterráneo romano durante la primera mitad del s. I a. C.
"La génesis de la cohorte" por François Cadiou (Ausonius-Université Bordeaux Montaigne). Durante la República Media la unidad táctica básica era el manípulo (unión de dos centurias, por tanto unos 160 hombres). En el siglo I a. C., sin embargo, la unidad táctica básica será la cohorte, formada por la unión de tres manípulos (unos 480 hombres). Tanto las razones del tránsito entre una y otra como la fecha exacta en que se produjo son motivo de controversia entre los especialistas. El profesor Cadiou, reconocido experto en este tema, ofrece aquí una sugerente y novedosa interpretación del fenómeno. Acompaña al artículo una espectacular y didáctica ilustración de Antonio J. Gil que representa una cohorte completa en orden de batalla, así como planos de campamentos y esquemas de las mencionadas unidades militares.
"Antesignani en la legión tardorrepublicana" por Adam O. Anders (University of Lodz). A las fuerzas especiales les competen una gran variedad de misiones, entre las que están el entrenamiento en guerrilla y guerra "no convencional", los secuestros, la recogida de inteligencia, el sabotaje o las incursiones en territorio enemigo. Operan separados del ejército regular y se podría decir que son la élite de los soldados de una nación. La idea de emplear a los mejores soldados en las tares más exigentes, aparte del resto de tropas, es sin duda tan vieja como la guerra misma y su concepción ya estuvo presente en la Antigüedad. En este artículo en profesor Anders analiza el significado de la palabra antesignani ("aquellos que forman frente a los estandartes") en el ejército tardorrepublicano. Acompaña una emocionante ilustración de Antonio Jesús Gil que representa un episodio narrado por César cuando, al retirarse sus tropas de la batalla de Dirraquio, fueron atacadas por la caballería pompeyana y hubo César de enviar a sus antesignanos para salvar la situación.
"Numerales y apelativos en las legiones tardorrepublicanas" por Julio Rodríguez González. Como toda unidad militar, las legiones romanas llevaban una identificación que, en principio, consistía simplemente en un número, aunque más adelante se completaría con un apelativo. La asignación a cada legión de un numeral u otro respondía a una serie de motivaciones. En este breve pero completo artículo, el doctor Rodríguez analiza las razones que dieron lugar a los distintos numerales legionarios, así como a sus apelativos, lo que nos conduce a una serie de conclusiones que dan cuenta del grado de desarrollo organizativo de la maquinaria militar romana en este periodo.
"Esprit de corps. El nacimiento de la identidad legionaria" por Eduardo Kavanagh (Universidad Autónoma de Madrid). Las profundas reformas que experimentó el ejército romano en el tránsito del s. II a. I a. C. condujeron a la formación de una comunidad militar específica (profesional) distinguida y en gran medida separada del resto de la sociedad. Como respuesta a esta nueva situación, esta comunidad militar comenzó a dotarse de mecanismos de autoafirmación identitaria que distinguieran al militar del civil y, al tiempo, distinguieran también las distintas comunidades militares entre sí. Los emblemas específicos, blasones, ceremoniales, estandartes y vestimenta se analizan en este artículo en función de su capacidad de generación de un sentimiento de identidad legionaria, fenómeno surgido en este momento y que, en adelante, definirá el esquema simbólico e identitario de la comunidad militar romana.
"Los auxiliares en el ejército de la República" por Michael M. Sage (Emeritus Flinders University). El ejército de la Baja República experimentó una serie de importantes transformaciones que condujeron a la constitución de una fuerza sustancialmente distinta de la milicia ciudadana que había sido en su origen. Y, aunque las tácticas sufrieron modificaciones, fueron los cambios en su organización los realmente relevantes. Hacia finales del s. I a. C. el ejército romano se había convertido en una fuerza totalmente profesional que servía en las fronteras del Imperio, y la mitad de esa fuerza estaba compuesta por tropas reclutadas a lo largo y ancho de su territorio y de entre sus aliados. En este imprescindible artículo el profesor Sage analiza el progresivo recurso, por parte de Roma, al empleo de tropas extranjeras, y las interesantísimas consecuencias que ello produjo en la estructura y evolución del ejército tardorrepublicano. Acompaña una formidable ilustración, obra de Luis Pascual Repiso, que muestra a una pareja de auxiliares ibéricos al servicio de Roma, miembros de la turma Salluitana (de Salduie, Zaragoza), buscando sus nombres en el documento que les otorga la ciudadanía romana como recompensa a sus servicios militares.
"El protagonismo táctico de la honda" por Luis Amela Valverde (Grupo CEIPAC. Universitat de Barcelona). La honda de mano es un arma que ha conservado las mismas características morfológicas a través de los siglos y, si bien probablemente la honda era ya conocida y utilizada en el Paleolítico Superior, su registro arqueológico solo aparece a comienzos del Neolítico para convertirse, al menos desde la Edad del Bronce, en un arma ofensiva utilizada de manera regular en el Oriente Próximo y en Europa. En el caso de la Roma tardorrepublicana devino en un arma de gran importancia, profusamente empleada por los ejércitos romanos, tanto en sus guerras expansivas como en las civiles, intestinas. El protagonismo de esta importante pero a menudo desdeñana arma es analizado en las páginas de este artículo. Acompaña una soberbia ilustración, composición de Pablo Outeiral, que representa a un legionario de las guerras civiles de mediados del s. I a. C. armado con este arma.
"Los campamentos romanos del s. I a. C. Control y logística" por Martin Luik (Ludwig-Maximilians-Universität München). La expansión de las armas de Roma a lo largo del Mediterráneo implicó la permanencia de los ejércitos durante largos periodos en suelo enemigo, obligando al desarrollo de una amplia variedad de campamentos militares. Así, hallamos campamentos estivales e invernales, de marcha, cercas de asedio, también fortificaciones menores de función incierta y toda una amplia gama de variedades. En este interesantísimo artículo, el profesor Luik propone que la gran heterogeneidad de plantas, localizaciones, paramentos, etc. sugiere que no había un modelo estricto de campamento sino una adecuación a las circunstancias de cada caso. Acompaña una estupenda y detallada ilustración que muestra la sección de un campamento invernal tardorrepublicano, composición de Jorge M. Corada.
"¿Quién equipaba a los legionarios de la República?" por Fernando Quesada Sanz (Universidad Autónoma de Madrid). Hay casi más puntos de debate y discusión que certezas sobre el ejército romano de la República, desde su origen a finales del s. VI a. C. y hasta las reformas de Cayo Mario hacia el 107 a. C. Una de las pocas cosas sobre las que hay un consenso casi general es que durante todo ese periodo cada legionario se costeaba su propio armamento y que el tipo de panoplia que podía adquirir determinaba su posición en la línea de combate, estando cada línea equipada de modo diferente, desde los infantes ligeros sin apenas protección corporal hasta soldados pesadamente equipados al modo de hoplitas y, desde el s. IV a. C., como triarios.
"La evolución de la panoplia legionaria en la República tardía" por Gustavo García Jiménez. El estudio del armamento legionario del periodo tardorrepublicano está lleno de matices y contradicciones. Por una parte, sabemos casi a ciencia cierta que al menos desde las reformas de Mario, el Estado tendió a ocuparse de equipar a la mayor parte del ejército, lo que sin duda contribuiría a una cierta homogeneización de la panoplia. Por otra, la Arqueología nos ofrece una muestra muy heterogénea en la que se observan versiones muy distintas para cada tipo de arma, un panorama muy parecido –casi idéntico– al que observamos para el periodo inmediatamente anterior, desde la Segunda Guerra Púnica. A efectos prácticos, esta polaridad solo terminaría por confluir en época augustea ante las reformas militares de época imperial y la estabilización de la expansión territorial de Roma. Acompañan a este artículo no menos de seis páginas con cronotipologías (líneas cronológicas con indicación de la vida de cada tipo de objeto) de las armas empleadas por las armas romanas en este periodo; dibujos de José Luis García Morán.
"La artillería de las legiones" por Eduard Ble Gimeno (Universitat de Barcelona). Durante la Antigüedad, no se otorgaba a la artillería un papel esencial en el arte de la guerra, siendo su intervención en batalla casi testimonial. Se la consideraba, de hecho, un arma de asedio más y como tal dependía de la poliorcética. Aun así, algunas ciudades griegas y púnicas fueron conocidas por sus escuelas de ingenieros militares, que en ocasiones se enfrentaron en verdaderas "carreras armamentísticas" por el desarrollo de máquinas más efectivas. En este contexto, los romanos nunca fueron especialmente reconocidos por su dominio y conocimiento de la materia. Sin embargo, cuando finalmente integraron su uso en la dinámica de la legión a partir del siglo I a. C., llevaron su desarrollo a un nivel de complejidad técnica y mecánica no superado hasta la misma introducción de la pólvora. Acompañan a este artículo dibujos y planos de la catapulta romana hallada en Ampurias, con indicación y explicación de las distintas piezas y su funcionamiento.
"Arausio (105 a. C.). Una batalla de exterminio en la Antigüedad" por Alain Deyber (Centre national de la recherche scientifique). La batalla que enfrentó a los ejércitos romanos del cónsul Cneo Malio Máximo y del procónsul Quinto Servilio Cepión con las fuerzas conjuntas de cimbrios, teutones, ambrones y tigurinos, reunidas en Arausio (actual Orange), en octubre de 105 a. C., supuso una debacle para Roma y una tremenda humillación, paradójicamente acontecida durante su apogeo. Las recientes investigaciones del equipo al que pertenece el autor han identificado, con gran seguridad, el lugar exacto en el que se produjo el combate, y en este artículo se ofrecen, a modo de primicia, los resultados de estas recientísimas investigaciones. Acompañan sendos mapas de la batalla y una pequeña muestra de algunos de los objetos hallados en el campo de batalla y en los campamentos legionarios que erigieron las legiones romanas la víspera de su exterminio.
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