El significado e influencia de la cultura, la salud, los hijos, el ocio y la tecnología son abordados en esta obra también desde la perspectiva de los jóvenes adultos que se enfrentan al momento de abandonar la juventud y ser una familia con su primer hijo. Los discursos más o menos apocalípticos sobre la familia son muestra de una visión nostálgica de certezas y verdades normativas, estables e impuestas al individuo externamente que suponían una significativa restricción y, al mismo tiempo, un camino evidente a seguir. Aquellas normas son sendas perdidas en una sociedad global dominada por un nihilismo sin tragedia. Lo que las formas de vida familiar y los individuos vivimos hoy es el resultado de nuestra versión privatizada de la modernidad, en la que toda responsabilidad sobre el acierto y el fracaso recae sólo sobre nosotros mismos.