Hablar de la Virgen María no es hacerlo de una devoción incontrolada. Si uno viene a este libro a buscar un discurso piadoso, no lo encontrará. San Bernardo decía que la Virgen María no necesita de nuestras exageraciones. Los creyentes necesitamos una imagen de María ajustada al significado de su persona. Esta obra expresa en un lenguaje poco convencional el sentido de la figura de la Virgen María en la tradición de la Iglesia.