«Marcelo Cohen ha edificado un corpus literario paciente y todopoderoso, o mejor dicho, y para seguir evitando todo atisbo de eufemismo, ha conseguido ya desde un principio lo que muchos persiguen durante toda una vida infructuosamente: inventar un mundo propio. O para ser más exactos: una serie de mundos propios que dialogan entre sí, potenciando y retroalimentando sus efectos, y que sin duda poseen rasgos muy particulares.»
José María Brindisi
«La imaginación, en la prosa de Cohen, no es una mera hipóstasis sino un órgano, un nervio: el gran simpático de la realidad. Las palabras no están subordinadas a la acción sino al misterioso motor que las mueve, la danza neutral del cerebro que las aniquila o precisa, como quería Mallarmé, hasta su casi desaparición vibratoria.»
Walter Cassara
«Las convenciones que distinguen cuento, nouvelle, novela, ensayo y poesía desaparecen barridas por una suerte de principio de máxima expresividad. Uno de los textos, ?Aspectos de la vida de Enzatti?, es, efectivamente, un cuento que bien puede integrar la antología de los mejores de nuestra literatura.»
Fogwill
«Las narraciones de Cohen están pobladas de robots, termometritos, fl aycoches, cafetos, brachos, animales biónicos; y son recorridas por la omnipresencia de los pantallátor y de la Panconciencia. No son sólo palabras: a copia de presencia se han convertido en realidades. El lenguaje literario, pese a su relación problemática y crítica con la realidad histórica, designa un universo paralelo, que exige un nuevo testamento, nuevas ciencias y filosofías, una nueva hermenéutica. Cohen obliga al lector a aprender a leer de nuevo.»
Jorge Carrión