Obligado a ser atrevido por su profesión como reportero, Rafael F. Muñoz (1899-1972) escribe a toda prisa cuanto ve, rara vez con tiempo suficiente para revisar la factura última de sus manuscritos, y no obstante, su obra es de una claridad deslumbrante. Los temas de sus cuentos y novelas giran en torno a las horas más violentas y fugaces de la Revolución mexicana en el norte del país y su impacto perdurable en la vida inmediata y urgente de los hombres y las mujeres del campo. Más aun, se diría que la obra narrativa de Muñoz forma parte de la misma acción que en ella se describe detalladamente. Los Relatos de la Revolución mexicana tienen el toque brutal de la sorpresa que siempre guardan sus tramas y, desde luego, en ellos campea la violencia creciente, ingobernable, cruda, ilógica, despiadada, de los impredecibles enfrentamientos a cielo abierto, en medio del desierto, al margen de las vías del tren, entre rebeldes y soldados.