Cuando los conquistadores españoles llegaron al Nuevo Mundo a la búsqueda de El Dorado, cuál sería su sorpresa cuando se encontraron con edificaciones de piedra de dimensiones verdaderamente descomunales situadas, además, en regiones inóspitas e inaccesibles. Levantar aquellos gigantescos monumentos debió de requirir, sin lugar a dudas, unos conocimientos técnicos y una maquinaria de los que en aquel entonces carecían las culturas indígenas de aquella parte.
En "Los Reinos Perdidos", Zecharia Sitchin se vale de pruebas arqueológicas, mitológicas y documentales para revelarnos los lazos existentes entre las antiguas culturas del Próximo Oriente y las civilizaciones prehistóricas americanas. Dichos lazos son los que nos desvelan los misterios de las pirámides y las ciudades de los dioses en México, la astronomía y el calendario de los mayas y la presencia de las más antiguas metrópolis de América a orillas del lago Titicaca. El autor presenta, además, respuestas convincentes como claros indicios de la intervención de los dioses procedentes de un planeta moribundo que convirtieron la Tierra en su hogar.