El relato, una sucesión de sensaciones, retratos, imágenes y hechos que marcaron al niño y al adolescente, revelan la difícil integración de una familia comunista procedente de las montañas de la región del Ariège y la experiencia de un hijo único enfrentado a su fragilidad y a la singularidad de su propio mundo. A través del aprendizaje del canto, de la voz y de la música, el adolescente encontrará su lugar para existir finalmente alejado de sus temores.
"Regresar" es un viaje melancólico que se emprende hacia atrás; es auscultar, más de veinte años después, los lugares, el reencuentro con la gente, los sentimientos experimentados y una ciudad a la que el músico dedicó dos canciones: «Rue des marais» y «Les terres brunes». Para desenredar el hilo era necesario un verdadero retorno a Provins.